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Como ya se comentó en boletines anteriores, en las enfermedades de origen autoinmunológico, por alguna razón casi siempre desconocida, se activa el sistema inmunológico en contra de alguna proteína propia, parte de algún tejido de nuestro cuerpo. Tal es el caso de la artritis reumatoide, en donde se forman anticuerpos en contra de la sinovia (tejido que se encuentra en todas nuestras articulaciones y que es el encargado de lubricarlas secretando un líquido especial para esto), por lo que nuestras articulaciones comienzan a inflamarse con la consecuente presencia de aumento de tamaño de la articulación inflamada, dolor y casi siempre, pérdida de la función. Las articulaciones que más se afectan son las de los hombros, codos, muñecas, rodillas y tobillos y a la larga estas articulaciones pueden presentar deformación. |
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EL FACTOR DE TRANSFERENCIA Y LA ARTRITIS |
El Factor de Transferencia es un complemento a los tratamientos convencionales ya que actúa como inmunoregulador, es decir, es capaz de inhibir la mala reacción del sistema inmunológico y por lo tanto disminuye el ataque a proteínas de nuestro propio cuerpo. Con el uso de Factor de Transferencia, los pacientes refieren una disminución en el número e intensidad de las crisis de esta enfermedad, espaciándose las mismas cada vez por períodos más largos. Aunque el mecanismo de acción todavía se desconoce, se cree que actúa a través de citocinas, que son proteínas con las cuales el sistema inmunológico se comunica, logrando con ello una inhibición en la inflamación de las articulaciones y otros órganos asociados y por lo tanto una mejoría en los síntomas de esta enfermedad. |
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Factor de transferencia (FACINMUNE®) |
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SINTOMATOLOGIA |
Cuando la artritis es muy grave los extremos de los huesos de ambos lados de la articulación pueden crecer tanto que se llegan a fusionar, esta es la causa de la deformidad en las articulaciones típicas de la artritis reumatoide. En el 20% de los pacientes se pueden formar pequeños nódulos conocidos como nódulos subcutáneos que se forman debajo de la piel de la articulación afectada. Estos nódulos pueden ser de un tamaño pequeño o muy grande.
Aparte de las articulaciones, existen lesiones asociadas a la artritis reumatoide que pueden aparecer en otros lugares del organismo, como son: Inflamación en las arterias pequeñas, fibrosis pulmonar, crecimiento de ganglios linfáticos, daño muscular, inflamación en el revestimiento del corazón y los pulmones, etc. |
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INICIO HABITUAL |
El inicio de la artritis reumatoide suele ser insidioso y comienza con malestar, pérdida de peso, fiebre de baja intensidad, anorexia, fatiga y dolor articular y/o rigidez, fiebre, la cual es de mayor intensidad por la mañana y va remitiendo a lo largo del día. Con menor frecuencia el inicio puede ser brusco, secundario a alguna enfermedad infecciosa a alguna situación de estrés como una cirugía, un traumatismo o en el posparto. Durante los siguientes meses y hasta años, los síntomas continúan y puede comenzar a desarrollarse deformidades en las articulaciones, principalmente de los dedos de las manos. Durante la enfermedad avanzada también puede presentarse resequedad de los ojos y mucosas. |
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TRATAMIENTO |
Hasta el momento no existe ningún tratamiento definitivo en contra de la artritis reumatoide, por lo que los objetivos principales en contra de esta enfermedad consisten en disminuir la inflamación y el dolor, conservar la función y evitar la deformidad. Entre la terapia no farmacológica para esta enfermedad, se encuentran: Terapia física y educacional, descanso, ejercicio, aplicación de frío o calor en las partes doloridas, disminución de peso, dispositivos de ayuda como son el bastón o andadera.
El tratamiento farmacológico incluye medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno, naproxeno, tolmetina, meclofenamato, piroxicam, diclofenaco, ketoprofeno, etc.) y otros fármacos que actúan de manera más agresiva como son el metotrexato, corticosteroides, sales de oro, penicilamina, los cuales causan muchos efectos secundarios y agentes biológicos, como los inhibidores del factor de necrosis tumoral y el etarnecept, sin embargo estos dos últimos, aunque tienen pocos efectos secundarios son muy caros y de difícil adquisición en México. Este tipo de tratamientos se pueden combinar entre sí y con los tratamientos no farmacológicos. |
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